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Foto del escritorLuis Javier Arreguin

Somos Embajadores de Cristo - Efesios 6:20


Efesios 6:20 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

"por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar"


Un embajador es el máximo representante de un determinado país ante otro. Para los romanos un embajador ere una persona recta, con valores, moral perfecta. Un digno representante del Emperador romano. Una autoridad para todo.

Pablo era un embajador del Señor, y así nosotros. Dios nos tiene en alta estima. Como jóvenes Él nos ha nombrado Embajadores. Nos ha enviado a representar en cada aspecto de nuestra vida a Jesús. ¡Es un gran privilegio el que tenemos! Pero dentro de ese privilegio, también conlleva una responsabilidad.

Una responsabilidad de actuar. Nuestro deseo debe ser, pensar, comportarnos, amar, sentir como Jesús. Y que cuando las persona busquen a Jesús lo encuentren en cada uno de nosotros. Que nuestras acciones reflejen el carácter de Jesús en todo momento. Y cuándo no sepas cómo actuar pregúntate: ¿qué haría Jesús en este momento?


Una responsabilidad de obedecer. Muchos de nosotros vemos a cientos de atletas de alto rendimiento acudir a las olimpiadas. Y seguramente invirtieron mucho tiempo y esfuerzo en preparase para llegar a ese momento, pero de nada les sirve toda esa preparación si cuando llegan a la carrera no obedecen las reglas. Así nosotros como Embajadores de Cristo, para ganar la Corona de vida eterna no solo hay que prepararnos, sino también hay que respetar las reglas.


Una responsabilidad de hacer del propósito de Jesús, Mi propósito. Uno de los propósitos de Jesús en esta tierra fueron “id y hacer discípulos”. Y si nosotros anhelamos ser como Jesús y además somos nombrados Embajadores de Cristo, ese también debe ser nuestro propósito: expandir el evangelio a través del discipulado. Ser la luz en el camino oscuro de otros. Dios nos manda a ir. Tal vez nuestro llamado es al otro lado del mar, de nuestra ciudad, de nuestro vecindario o de nuestro mundo. Seguramente, Dios tiene un lugar para ti, la pregunta es, ¿vas a ir?


Así que recuerda joven y señorita eres un llamado de Dios. ¡Eres un Embajador de Cristo!

Que la gracia y el amor del Señor permanezca con todos ustedes.





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